Ayuda a mejorar la autoestima del niño con TDAH
- Dale responsabilidades
- Compensa lo negativo
- Dale oportunidades para mostrar su talento
- Motívale a que se supere
- Utiliza las recompensas
- Destaca las mejoras, aunque sean pequeñas
Mira el lado bueno
Generalmente son optimistas, les gusta relacionarse y ser los líderes del grupo. Tienen mucha energía, no tienen malicia. Actúan de forma espontánea y siempre están dispuestos a ayudar a los demás. Valoran la amistad, son aventureros. Suelen ser curiosos, son rápidos y agiles. Se esfuerzan si el premio es motivante para ellos. ¿Reconoces aquí a tu hijo/a?
Comprenda a su hijo
El cerebro de los niños con TDAH funciona más rápido que el de los demás niños. Por eso necesitan constantemente nuevos estímulos, no permanecen concentrados en una actividad por mucho tiempo y se despistan fácilmente con otras cosas.
El concepto del tiempo es muy relativo para todos niños en general. Ellos no entienden la urgencia de “nos vamos ya” o “recoge ya los juguetes “o “a cenar”. Ellos están enfrascados en su juego que es para ellos los más importante.
Esto se acentúa más aún en los niños con TDAH, que no tienen consciencia ni del pasado, ni del futuro, solo de lo que pasa en este preciso momento. Por tanto, si les acaba de pasar algo malo, toda el día o la semana habrá sido mala y al revés.
Tienen una necesidad de actividad física extra. No se pueden estar quietos. Así que es frecuente que te diga la profesora que mientras están todos sentados en corro, escuchando un cuento, ti hijo se levanta y se pone a hacer otras cosas.
A este respecto, es importante que la profesora comprenda que tiene esa necesidad especial de movimiento y por lo menos en infantil, le permitan “ir a su marcha”. Y no le esté corrigiendo todo el rato y poniendo el foco sobre él continuamente, de que hace cosas indebidas.
Si realizar una tarea escolar les supera, se mostrarán enfadados y frustrados. Necesitan que los animen más que al resto. Puede que les cueste realizar más una tarea, mientras los demás ya se habrán ido a jugar.
Como lograr que su hijo obedezca
Simplifique las reglas de la casa. Las normas deben estar escritas y bien visibles para ellos.
Dele las ordenes de una en una. Si no las olvidara por el camino.
Háblele mirando a los ojos, no le de las ordenes desde otra habitación. Con voz muy tranquila y pídale que repita lo que ha dicho, para asegurarse de que lo ha oído y comprendido.
Utilice las tablas de recompensa explicadas aquí
Utilice un sistema de economía de fichas o puntos. Puedes crear con unos trocitos de cartulina unas fichas de sus dibujos favoritos, de tamaño como los cromos. Y asignas un valor a cada tarea. (Por ejemplo, hacer tu cama vale 5 puntos) y si incumples algo te puede restar puntos (ejemplos no lavarse los dientes -2 puntos) de manera que al final de semana o del día, tenga un saldo de puntos y un premio en función de lo que haya ganado.
Respecto al sistema de premios, puede premiarse con cosas de poco valor económico: un paquete de cromos de los que le gustan, unos muñequitos pequeños coleccionables, uno coche pequeño, un yoyo, una libreta de colorear…cualquier cosa de valor 1€ ó 2€. También pude ser hacer una excursión al campo, ir al cine, ir a un parque distinto, ir a la piscina, preparar un bizcocho o un pastel en casa con ellos etc.
Mejor que la recompensa no sea algo de comidas (no huevo kinder, chuches, donuts..) para que la comida no sea un premio y no establezcan una mala relación con la comida en un futuro.
Cuanto más pequeños son, mejor plantearlo en conseguir un pequeño premio diario. Si se plantea semanal, aunque sea un premio más gordo el que consiguen, ellos lo ven muy lejano y pierden la motivación y el interés y ya no se esfuerzan tanto por conseguirlo. Ellos buscan una recompensa inmediata.
Ejemplos de premios:
¿Y hasta cuanto tiempo tengo que estar regalándole cosas para que haga lo que le pido? Pues una buena temporada. Pero conseguirás si eres constante que se establezca el hábito. Y no te costara ni un lloro, ni pelea ni discusión. Te costara unos pocos euros al mes. Eso si lo que has prometido que le vas a dar, si él lo consigue, tú lo tienes que cumplir.
Recuerda, de un valor en torno a 1€ por día. No hace falta más. A veces puede ser sin valor económico, como por ejemplo proponerle que vais a hacer un campamento en su habitación. Y con una sábana haces como una tienda de campaña y cuentas aventuras con una linterna. Se trata de que sea algo especial y fuera de la rutina.
Este en un sistema de los más eficaces para conseguir lo que quieres y te servirá desde los 2 años, hasta los 10 años aproximadamente. Luego ya cuando son preadolescentes, se les pueden proponer otras recompensas más a largo plazo, por semanas o meses o a final de curso y con un premio más gordo.
Consiga que sea organizado
Los niños con TDAH, (como la mayoría de los niños) no saben organizar bien su tiempo ni establecer tareas por prioridades. Hasta aquí nada nuevo, a veces ni siquiera los adultos sabemos. Pero para ellos pasar de una tarea a otra se les hace difícil. Por eso podemos ayudarles con estos trucos.
Debes tener colgada una lista con las rutinas diarias y las actividades extraescolares de toda la semana, que este a su vista y si es representada con dibujos, mejor, más visual para él. Para que sepa lo que viene a continuación.
Procura llevar siempre las mismas rutinas y unos horarios estables. Mantén un horario estable también para los fines de semana, dentro de que el fin de semana le permitas echarse más tarde. Avísale de los cambios con antelación.
Usa un cronometro sencillo, alarma o reloj de arena, para establecer tiempos para hacer las cosas. Por ejemplo: “venga un juego, tienes dos minutos para cepillarte los dientes” o “cinco minutos para ponerse el pijama, a ver quién lo consigue”. El solo se cronometrará después. Y seguro que lo consigue y no tienes que estar detrás enfadándote porque no lo haga.
Cuando el niño este en el colegio en primaria, si no tiene deberes para casa, pues le pones de rutina, leer media hora, el libro que le guste. Así generaras el hábito del estudio o de repasar y que te cuente lo que ha aprendido ese día en el cole.
Hay que estructurarles las tardes y seguir una rutina. Por ejemplo: Primero descansar un poco, luego merendar, actividades extraescolares o deportivas si las hay, hacer deberes o leer, ducharse, cenar, lavarse los dientes…
Hacer un horario y pegarlo en la pared. Que el colabore en hacerlo de alguna manera. Así, cuando no quiera hacer algo, le dices “mira hay que hacerlo porque lo pone aquí, fue lo que acordamos”. Y no entras en la discusión de porque lo mando yo y punto.
En este sentido en primaria, les suelen pedir que lleven una agenda para anotar sus deberes. Pídele a su profesor/a que esté atento a que efectivamente se lo apunta en la agenda.
Enséñale a que cada cosa tiene su lugar y todo tiene su espacio reservado. Usa cajas grandes para guardar los juguetes. Etiqueta las cosas. Imprescindible que se acostumbre a recoger sus libros y juguetes. Le puedes ayudar a recoger, pero no lo vayas recogiendo todo tú por tu cuenta.