¿Qué es el diagnóstico diferencial del TDAH?

El diagnóstico diferencial de TDAH es, ni más ni menos, lo que hay que descartar previamente, antes de emitir un diagnóstico.

Dentro de la valoración clínica del niño con TDAH hay que tener en cuenta que no todo niño movido y despistado tiene TDAH; es necesario hacer el diagnóstico diferencial con otras entidades que pueden ser confundidas con el trastorno. El primer paso, sin embargo, será descartar que la conducta que presenta el niño se encuentre dentro de la normalidad.

Para ello, es importante valorar la cantidad e intensidad de los síntomas, la permanencia en el tiempo y su impacto funcional en las diferentes situaciones. Los síntomas de hiperactividad, impulsividad y déficit de atención pueden aparecer en una amplia variedad de trastornos:

•retraso mental

•los trastornos de aprendizaje

• los trastornos generalizados del desarrollo

•los trastornos del comportamiento

•los trastornos de ansiedad

• los trastornos del estado de ánimo

• el abuso de sustancias

Factores ambientales:

•estrés general

•la negligencia/abuso infantil

•la malnutrición

• inconsistencia en pautas educativas

Trastornos médicos:

•las encefalopatías postraumáticas o postinfecciosas

•la epilepsia

•los trastornos del sueño (apneas del sueño, síndrome de piernas inquietas, síndrome de movimientos periódicos de las extremidades)

• los trastornos sensoriales (déficits visuales y auditivos significativos)

•el efecto secundario de fármacos (broncodilatadores, antiepilépticos…)

• la disfunción tiroidea

• intoxicación por plomo

•la anemia ferropénica

La mayoría de estos trastornos pueden detectarse con una valoración clínica completa.