¿TDAH y niño superdotado a la vez?

Las zonas del cerebro en las que se localiza la inteligencia son completamente diferentes a la región cerebral en la que se controla la atención, la hiperactividad o la impulsividad. De modo que no tienen por qué estar afectadas a la vez. Más bien puede ocurrir todo lo contrario, que aparezcan síntomas de TDAH y que se manifieste de forma simultánea una inteligencia por encima de la media.

El TDAH y la capacidad intelectual no están relacionadas, hay niños con TDAH y altas capacidades o niños con TDAH y nivel de inteligencia normal o bajo. Y dentro del concepto altas capacidades, engloba a su vez, tres términos diferentes: la superdotación, el talento y la precocidad.

Tanto los niños con TDAH como los que tienen altas capacidades pueden mostrarse distraídos, aburridos en clase, absortos en sus pensamientos, con necesidad de cambiar rápidamente de una tarea a otra, molestando a los compañeros e interfiriendo en el ritmo de la clase, o una energía desbordante.

Por sorprendente que parezca no es incompatible tener TDAH y ser superdotado, pero dificultara su diagnóstico

Diferencias en TDAH y altas capacidades

Para saber si se trata de TDAH o altas capacidades, podemos atender a una serie de comportamientos, que difieren en un caso y otro. Vamos a ver algunos ejemplos:

  • Problemas de atención: en el TDAH aparecen a la hora de terminar las tareas y seguir las instrucciones, mientras que en las altas capacidades se dan en situaciones específicas en las que se aburren.
  • Esfuerzo mental: en el TDAH el niño se agota con facilidad ante tareas que requieren un esfuerzo mental prolongado; en cambio, en las altas capacidades existe una gran capacidad de abstracción y concentración si la tarea les atrae.
  • Hiperactividad: en el TDAH el niño salta, trepa, corre en situaciones inapropiadas… Y en las altas capacidades el control conductual es mucho mayor.
  • Impulsividad: el niño con TDAH tiende a interrumpir conversaciones y le cuesta respetar el turno de juego o palabra; en las altas capacidades, en cambio, son muy buenos oyentes.
  • Consciencia del peligro: baja en el TDAH y alta en las altas capacidades.
  • Problemas de conducta: frecuentes en el TDAH; en las altas capacidades solo aparecen en situaciones específicas.
  • Rendimiento y motivación: el rendimiento es inconsistente en el TDAH y la motivación, baja (si no se trata). En los niños con altas capacidades aparece una mayor motivación, especialmente en sus áreas de interés.
  • Concentración: dificultades para recuperarla en el TDAH y vuelta al trabajo con facilidad en las altas capacidades.
  • Periodos de concentración: cortos en el TDAH, prolongados en las altas capacidades.